miércoles, 10 de octubre de 2012

mapa mental

Para crear un mapa mental se aconseja:
Escriba las palabras clave con mayúsculas: las ideas y pensamientos surgen con tal rapidez que, si no los representa así, después podrían ser difíciles de leer.
Cada palabra o frase debe representar en una línea diferente, y cada línea debe conectarse con otras líneas. Estos son los elementos de construcción de su estructura.
Siempre  que pueda, siga la pauta de asociar una sola palabra a cada línea (en realidad no se necesita más de una), y la propia palabra bastara para evocarle las ideas que hay detrás de ella.
Siga el fluir natural del ejercicio… utilice las palabras clave, las líneas y la estructura en árbol como herramientas y vierta sus ideas y asociaciones en el papel. No haga un análisis excesivo, ni se pase en la estructuración: después tendrá un montón de tiempo para hacerlo si lo cree realmente necesario.
Tenga confianza en las vinculaciones que le sugiere su cerebro, especialmente cuando se halla en pleno proceso creativo o de resolución de problemas.
Los mapas mentales son un instrumento propio del “pensamiento lateral” y algunas de las vinculaciones que usted haga en el transcurso de su aplicación pueden ser lógicas, irrelevantes o incluso disparatadas, pero no corte esa idea disparatada: puede que sea la única que le va a ser útil, o puede que le sirva de paso intermedio para captar luego otra idea más práctica.
Ponga algo de vida, acción y dinámica en sus mapas. Como ocurre con la memoria, que logra aumentar espectacularmente su poder y precisión apoyándose en la introducción de imágenes ridículas, poco frecuentes y desproporcionadas, eso mismo es aplicable a los mapas mentales.
Si tiene ganas, represéntelos de modo que parezcan una obra de arte, pero eso si, asegurese de que utiliza en ellos flechas, formas y colores, porque la mente ve a través de imágenes no de palabras.

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